CONTINUACIÓN
DE LA SECCIÓN LXXXIX (89)
[
En la España rural se hacia esto, poner una piedra de almohada
cuando uno estaba en el campo incluso un cesto, ya que era una costumbre introducida
por los árabes. Y en el Oriente también se conserva esta
tradición].
Cuando una persona está triste por los problemas que le asedia, busca el consuelo y la guía de Dios en oración y en la meditación. (PP.182).
Los caminos de Dios son un misterio para el hombre. En la providencia de Dios, con frecuencia la demora es el medio usado para purificar el alma y llevar al hombre a entregarse sin reservas a la misericordia y la gracia de Dios (DTG. 170, 342-345).
La escalera es un símbolo entre Dios y el hombre
ininterrumpida entre el Hacedor y el hombre. Esa escalera es
permanente hasta que Cristo venga por segunda vez.
Las oraciones llegan hasta el trono de la gracia, no importa de que religión seas, ni de que raza seas, para Dios no hay razas ni colores; todos somos hijos de Dios.
Es el hombre que hace las diferencias entre razas y religiones, pero no así Dios. Dios promete ayuda divina y protección. La escalera descansaba en la tierra, donde yacía Jacob, solo, desamparado y abandonado por los hombres y ha merced de las fieras. Arriba en el cielo estaba Jehová, Dios, Elohim. (אֱלהִים) (en hebreo El, אֵל, o Eloha, אֱלהַּ).
Estaba proclamando que era el Dios de sus padres, Dios le confirmo
todas las promesas hechas a sus padres desde Adán hasta el, y le
otorgaba la posesión de Canaán, y una descendencia numerosa y una
bendición para todos los hombre, si estos eran fieles a Dios (cap.
12Ç:2; 13:14-17; 15:5,7,16; 17:2-6, 16; 17:8; 18:18; 22: 17,18;
26:3,4,24).
La promesa inc luye la protección en el viaje de ida y vuelta hacia su tierra prometida. En el versículo 16, encontramos una de las declaraciones más sorprendentes de Jacob. “En verdad que Yahvé estaba en este lugar, y yo no lo sabía”
Cuantas veces
nos pasa a nosotros esto, estamos en un lugar y Dios nos habla al
corazón cuando estamos en nuestro cuarto de oración, o en el bosque
o en la montaña.
Jacob no sabía que estaba caminando con Dios, es por eso su sorpresa: “en verdad que Yahvé esta en este lugar”.
A continuación veremos un compromiso que sería una bendición para el.
En cierto sentido la declaración de Jacob fue una acusación contra sí mismo. Admitió la falta de fe que había ocasionado sus pensamientos de desánimo.
El sentido de culpabilidad le hizo exclamar: “¡Cuán terrible es este lugar! Jacob no tenia un temor de miedo ¡No! Sino todo lo contrario. El tenía un temor reverente.
Cuando una persona está triste por los problemas que le asedia, busca el consuelo y la guía de Dios en oración y en la meditación. (PP.182).
Los caminos de Dios son un misterio para el hombre. En la providencia de Dios, con frecuencia la demora es el medio usado para purificar el alma y llevar al hombre a entregarse sin reservas a la misericordia y la gracia de Dios (DTG. 170, 342-345).
La escalera es un símbolo entre Dios y el hombre
ininterrumpida entre el Hacedor y el hombre. Esa escalera es
permanente hasta que Cristo venga por segunda vez. Las oraciones llegan hasta el trono de la gracia, no importa de que religión seas, ni de que raza seas, para Dios no hay razas ni colores; todos somos hijos de Dios.
Es el hombre que hace las diferencias entre razas y religiones, pero no así Dios. Dios promete ayuda divina y protección. La escalera descansaba en la tierra, donde yacía Jacob, solo, desamparado y abandonado por los hombres y ha merced de las fieras. Arriba en el cielo estaba Jehová, Dios, Elohim. (אֱלהִים) (en hebreo El, אֵל, o Eloha, אֱלהַּ).
Estaba proclamando que era el Dios de sus padres, Dios le confirmo
todas las promesas hechas a sus padres desde Adán hasta el, y le
otorgaba la posesión de Canaán, y una descendencia numerosa y una
bendición para todos los hombre, si estos eran fieles a Dios (cap.
12Ç:2; 13:14-17; 15:5,7,16; 17:2-6, 16; 17:8; 18:18; 22: 17,18;
26:3,4,24). La promesa inc luye la protección en el viaje de ida y vuelta hacia su tierra prometida. En el versículo 16, encontramos una de las declaraciones más sorprendentes de Jacob. “En verdad que Yahvé estaba en este lugar, y yo no lo sabía”
Cuantas veces
nos pasa a nosotros esto, estamos en un lugar y Dios nos habla al
corazón cuando estamos en nuestro cuarto de oración, o en el bosque
o en la montaña. Jacob no sabía que estaba caminando con Dios, es por eso su sorpresa: “en verdad que Yahvé esta en este lugar”.
A continuación veremos un compromiso que sería una bendición para el.
En cierto sentido la declaración de Jacob fue una acusación contra sí mismo. Admitió la falta de fe que había ocasionado sus pensamientos de desánimo.
El sentido de culpabilidad le hizo exclamar: “¡Cuán terrible es este lugar! Jacob no tenia un temor de miedo ¡No! Sino todo lo contrario. El tenía un temor reverente.
Maranata
Luis José de
Madariaga.
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