SECCIÓN
CXLIV (144) ABRAHAM Y LAS DOS NACIONES.
CONTINUACIÓN
DE LA SECCIÓN. CXLIII (143)
Así
que empezaremos por el periodo intermedio -séptima y undécima. Este
periodo va desde el año 2150-2000 a.C. Este siglo fue un laberinto
de problemas para la historia.
Los reyes locales se hacían la guerra
para poseer mas tierra y dominar todo Egipto. Los príncipes de
Coptos, Heracleópolis, Siur y Tebas se autodenominaron reyes, y se
hicieron la guerra para imponerse sobre todo Egipto.
El problema que
nos encontramos en la historia Egipcia, es que los mismos egipcios,
destruyeron su propia historia. Y así que los nombres de estos
faraones pueden estar sujetos a las evidencias que se encuentren en
nuevos descubrimientos arqueológicos.
Dinastía Faraónica del siglo
VI (2825-2631?) fue un periodo próspero, especial mente bajo el
reinado Pepi (Pjope) I y II pero se hundió por las rebeliones
internas de los sacerdotes, y las invasiones de los Nubios que a la
sazón penetraron hasta el Nilo.
En este periodo de descomposición,
durante la cual la Dinastía VII y VIII ,continuaron resistiendo en
Memfis con autoridad reducida.
El historiador Manetón, dice que este
periodo fue caótica, y que en un periodo corto de 70 días hubo 70
gobernantes.
Nace la dinastía IX Y X, con los príncipes de
Heracleópolis, en la parte contemporánea (2.500-2300 ?). El imperio
Medio comienza en Tebas, y se levanta la dinastía XI (2375-2212 ?)
Como siempre las luchas por el poder son prolongadas, y logran
suplantar a los heracleopolitanos. Se levanta la dinastía XII
(2212-2000?). Esta dinastía marca un poder político de prosperidad
artística.
Su fundador fue Amenemhet I este faraón restableció el
orden en el país. Sesostris I (Senusret) I, conquistó Nubia; y
Sesostris III, que a la sazón el legendario de los griegos, y
lucho en la ciudad de Nubia, y además en palestina del Sur en la
ciudad de Sekmen ( en la ciudad Bíblica de Sichem)
El historiador G.
Ricciotti en el tomo 1º nos dice: que el problema de los egipcios
era que destruían todo lo de sus antecesores habían construido, y
lo hacían de nuevo, con el propósito de obtener la vida eterna.
Y así
ponían su estela este es el gran problema para la historia de
Egipto. Así la historia de muchos faraones no existe. Pero la
profecía bíblica declara, que las piedras serían testigo de la
historia.
Pero a pesar de todo, Dios nos deja escrito en la Biblia,
que si el hombre no hablase, las piedras hablarían. Y así tenemos
que se están descubriendo nuevos murales y monumentos de la época
de José en Egipto.
MARANATA.
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