Esperando que haya
quedado claro la descendencia de los filisteos, y su decadencia.
Tenemos que retroceder en el tiempo para recuperar la parte donde
dejamos el tema inicial.
Génesis 26: Dentro
del contesto del capitulo encontramos algunos hechos muy atener en
cuenta, dentro de la historia de Israel. El primer hecho fue el de
Abraham con Abimelech, que ya lo apuntábamos anteriormente en este
bloc.
El segundo y el más
importante, fue el dialogo que tuvo Dios con Isaac. Gén. 26:2-5,
fue las bendiciones de Dios para su siervo. Cito el texto: El Señor
se le apareció y le dijo: -No bajes a Egipto, quédate en la tierra
que te diré; reside en este país; (Canaán) estaré contigo y te
bendeciré, pues a ti y a tu descendientes (notemos la frase)
“descendientes” os daré estas tierras (Canaán o Palestina)
cumpliéndoos el juramento que hice a Abraham, (Abrahán), tu padre.
Haré crecer tu descendencia como las estrellas, y con su nombre se bendecirán todos los pueblos de la tierra. Porque Abrahán me obedeció y guardo mis preceptos, mandatos, normas y leyes.
Haré crecer tu descendencia como las estrellas, y con su nombre se bendecirán todos los pueblos de la tierra. Porque Abrahán me obedeció y guardo mis preceptos, mandatos, normas y leyes.

El tercero y no
menos importante lo encontramos en el verso 16. Abimelech, tenia sino
miedo, respeto al clan de Isaac, ya que era muy numeroso y poderoso
más que los filisteos en aquella época.
Esto quiere decir a simple
vista, que la ciudad estado, no era muy grande, ni muy numerosa.
¿Porque tener miedo a un hombre desarmado? ¿Si los filisteos
fuesen numerosos en gran manera, no les hubieran tenido miedo, por el
contrario si fuesen un estado pequeño, razón tendrían de tenerle
miedo a Isaac.

El texto dice: que Isaac se fue a Beer-seba, allí se le apareció Jehová el Dios de Abrahán y ratifico el pacto, Isaac construyo un altar y invoco el nombre de Jehová (vers.25). De esta manera, Isaac conoció ahora no solo la realidad de Dios, sino también la de su promesa.
Queramos admitirlo o no, Dios tienen muchas maneras de hablarnos. Siempre que el hombre o mujer reconozcan sus atributos, y lo acepten como su salvador.

Maranata
Sigan
orando por la vista de mi esposa.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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