CONTINUACIÓN DE LA
SECCIÓN. LXXXI (81)
Hay errores que se
pagan en esta vida por culpa nuestra. El error original que había
llevado a este engaño era del mismo Isaac. No vio más aya o no
quiso ver lo que Dios había predestinado sobre Jacob.
Además él
había perseguido deliberadamente con el plan que el había trazado
desde el nacimiento de Esaú, de investir con todas las prerrogativas
de la bendición patriarcal. No hizo caso a la orden divina que
decía lo contrario, y por lo tanto Dios permitió que fuera
engañado. 1º Sam. 28:6; 1º Rey.14:1-6; Heb. 5:1-11).
“Lamentablemente, la cuestión es ganar o morir” Jacob estaba
dispuesto hacer todo lo posible.
Lo cierto es que Jacob había de ser
preeminente no sólo sobre su hermano, ya en el sentido más amplio
sobre todos sus parientes, sino sobre los pueblos extranjeros
también. Esta bendición abarca el concepto del dominio universal
que indudablemente fue el plan original de Dios para Israel (Deut.
4:6; 28:10; 2º Crón.9: 22-23; Sal. 126:3; Zac. 2:11; 8:22-23; PVGM
p.232; CBA. p. 390).
Lo triste es que los países árabes, creen en
las tradiciones de los hombres, y tienen a Ismael como primogénito,
cuando no lo es y a Esaú como el padre de los pueblos, Arabia
Saudita, Yemen, Omán, Kuwait, y los Emiratos Árabes y Jordania. Los
llamados Árabes, son descendientes de Esaú.
En cuanto a la
primogenitura de Ismael ya se dejo claro anteriormente. Es Dios que
concede la primogenitura a Isaac y no a Ismael. Todas las tribus
fueron dominadas y sometidas por los Edomitas. Edom era Esaú.
Se
puede entender por el contesto Bíblico, el odio que tienen los
árabes a la descendencia de Isaac, (Gén. 25:5-6). es claro y
patente a lo largo de la historia. El primogénito recibía la mayor
erencia, no así los demás hijos, aunque hallan nacido antes que
Isaac. Hay un detalle que se pasa por alto a los lectores cuando
leen la Biblia el único libro sagrado.
Cuando el pueblo de Israel
hacían lo malo ante los ojos de Dios, Dios permitía que los
Madianitas, y amalecitas y los orientales: subían contra ellos y les
robaban todos los frutos de la tierra. Estos son los descendientes
de Esaú, los (Madianitas y Amalecitas ), Los hijos de oriente o
orientales (los hijos de Cetura).
Pero cuando el pueblo de Israel se
volvía a Dios, él los protegía. Dios tiene un pueblo que no
miente. Isa. 63:8.
Esaú aborreció a Jacob, pero Dios puede cambiar los corazones cuando hay arrepentimiento y así lo hizo con Esaú cuando se encontró con su hermano. Isaac comprendió su propia responsabilidad por la triste situación.
Esaú aborreció a Jacob, pero Dios puede cambiar los corazones cuando hay arrepentimiento y así lo hizo con Esaú cuando se encontró con su hermano. Isaac comprendió su propia responsabilidad por la triste situación.
¿Por qué echar la culpa a
Jacob? Así como Esaú había actuado independientemente de sus
padres en la elección de elegir a sus esposas, así también Isaac
había actuado independientemente de Dios al tratar de elegir a su
heredero.
Al igual que Balaam, Isaac se encontró impotente para retirar la bendición de Dios de aquel que estaba destinado a recibirla. El mayor serviría al menor. (Núm. 22:35; 23:8, 11, 12; CBA. p. 390).
Al igual que Balaam, Isaac se encontró impotente para retirar la bendición de Dios de aquel que estaba destinado a recibirla. El mayor serviría al menor. (Núm. 22:35; 23:8, 11, 12; CBA. p. 390).
Maranata
Luis José de
Madariaga.
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