CONTINUACIÓN DE LA SECCIÓN
El acto de bigamia de Jacob no debe de juzgarse por una disposición posterior de la ley mosaica que prohibía a un hombre estar casado con dos hermanas al mismo tiempo (Levítico. 18:18).
Dentro del contexto en que se desarrolla la historia de Jacob, el doble casamiento no se puede justificar arguyendo que las bendiciones de Dios finalmente lo convirtió el medió de multiplicar su propia simiente. Los caminos de Dios son misteriosos, el hombre no los puede comprender por más que lo analice.
Dios encauzó hacia un buen desenlace de los herrores de los hombres, pues ni aun ellos pudieron torcer el propósito divino. (Salmo 76:10). La evidencia textual, que presenta las Escrituras es muy negativa de la poligamia que otras religiones apoyan sin reservas.
La gran pregunta es: ¿Por qué Dios permitió o toleró estas practicas entre estos hombres de Dios?
Dios es un Dios de tolerancia, de un amor infinito, no queriendo que ninguno se pierda, sino que lleguen al arrepentimiento. Dios quería demostrarles sus propios errores y sus consecuencias por transgredir la ley de Dios.
Jehová hizo algo parecido, con la poligamia, la tolera, no la comparte, la permite para que veamos sus consecuencias.
El hombre no puede comprender los motivos por los cuales Dios la permite, él tiene buenas razones para tolerarla, Ya que su manera de pensar no es la del ser humano, que es imperfecta y su manera de pensar es perfecta, él es el Dios de la creación (Isa. 55:8,9).
El hombre temeroso de Dios, debe de recordar lo que sucedió en el Edén, Dios prometió una “descendencia” que eliminaría a Satanás (Iblis).
La promesa hecha a Abraham que sería padre de una gran nación, muchedumbres y pueblos y que su linaje vendría esa descendencia (3:15; 22:18).
Para que Iblis o Satanás ejerciera su poder sobre los hombres, Dios le dio libertad. Como su intención era que el favor de Dios no llegara a los hijos de Dios, este indujo a estos a pecar y tener o participar de las costumbres paganas, como la poligamia, y así conseguir el doble efecto, por una parte se apartarían de Dios, y no tendrían sus bendiciones.
Así los indujo a pecar contra Jehová ¿No esta pasando hoy día lo mismo con los hijos de Dios?
A través del tiempo Dios envió a los profetas para corregir sus errores y sus desvíos, y hacerles volver al camino recto. Dios ya sabía que desobedecerían los mandamientos de Dios expuestos en Exodo 20; 32:9: Era un pueblo de dura cerviz.
Maranata
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