lunes, 16 de noviembre de 2015

ABRAHAM Y LAS DOS NACIONES. JACOB Y ESAÚ. SECCIÓN LXV (65)



Doy gracias a Dios porque estoy bastante mejor, y gracia a los internautas de estos blog, por la paciencia que han tenido con un servidor de ustedes.

 
CONTINUACIÓN DE LA SECCIÓN LXIV (64)
El libro de Abdías (Odio entre hermanos); El libro de Jonás (Salvación de las naciones); El libro de Miqueas (El defensor de los pobres)

No existe prueba en las escrituras de cuándo profetizó Abdías. Sin embargo, su profecía fue muy similar a la de Jeremías en cuanto a Edom (Jeremías 49:7 22). Es posible e igualmente probable, que profetizara durante el período de Jeremías. Pudo haber sido justo antes o después de la caída de Jerusalén.

Los Edomitas, a quienes estuvo dirigida la profecía de Abdías, eran descendientes de Esaú. 
Ellos habitaban el territorio rocoso y montañoso al sur del Mar Muerto. Sela (Petra), su capital, estaba situada muy dentro de los desfiladeros de las montañas y escarbada en un risco (peña) perpendicular. Este estudio sobre los Moabitas, el historiador Josefo dice: Pasado cinco años cuando los hombres ban a la guerra, salio contra Ammón y Moad y despues atacó a Egipto. (Antigüedades Judías, libro X,cap. IX, sec. 7). Moaad quedo arrasado.

Ellos consideraban esto como una plaza fuerte e inexpugnable, en la que se podían refugiar después de sus incursiones y correrías. Era un pueblo orgulloso, amargo y resentido. 

Su odio hacia los israelitas se derivó del tiempo de los problemas entre Esaú y Jacob. Lo que ellos no entendieron es más tarde o más temprano Dios lo desecharía, ya que el albergaba un espíritu contrario a de Dios.

(Gene,25:22). Los Idumeos eran un pueblo orgulloso, que con amargura y resentimiento, siempre buscaban perjudicar a los descendientes de Jacob. Israel y Edom estaban perpetuamente en guerra Cuando Nabucodonosor tomó a Jerusalén,  Edom se regocijó por la caída de Israel y cruelmente participó en el saqueo y destrozo todo lo que pudo de Israel.  Acuérdate, oh Jehová, de los hijos de Edom.  En el día de Jerusalén; Que decían: Arrasadla, arrasadla Hasta sus cimientos. (Salmo 137:7).

En tiempos pasados Dios había ordenado a su pueblo que tratase bien a Edom (Dt. 23:7); pero ahora su conducta atroz había hecho rebozar su copa de iniquidad y se le sentenció a condena y aniquilación. Después de la restauración de Israel, Ciro, rey de Persia, los venció, dando muerte a millares de ellos. 

Recibieron otra derrota terrible por los judíos bajo los Macabeos en el 109 AC. Este antagonismo llegó al extremo en la época de Cristo, el cual era judío descendiente de Jacob; Herodes era
idumeo, descendiente de Esaú; Cristo nunca le habló a Herodes (Mateo 14:6-9); (Lucas 23:9).
No se puede negar que las profecías que tienen que ver con Moab se cumplieron con exactitud. Hace siglos que los moabitas dejaron de existir como pueblo. (Jer 48:42.) Actualmente solo quedan ruinas de lo que se cree que fueron ciudades moabitas, como: Nebo, Hesbón, Aroer, Bet-gamul y Baal-meón, y muchos otros lugares son desconocidos.La única explicación que existe sobre la desaparición del pueblo moabita se halla en la Biblia.
Después del sitio de Jerusalén, 70 DC, los idumeos se pierden de vista. Los versículos 10 y 14 explican que se escribió el libro después de la destrucción de Jerusalén. 
El contenido del libro se define de la siguiente manera: El pecado de Edom (Orgullo); Su mayor pecado (Violencia en contra de Judá en el día de su calamidad); su castigo (Destrucción nacional).
Maranata
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.
http:// segunda venida apocalíptica

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