miércoles, 9 de mayo de 2018

SECCIÓN CXXI (121). ABRAHAM Y LAS DOS NACIONES

CONTINUACCIÓN DE LA SECIÓN CXX (120)
Sin embargo, esto no debería haber sido considerado como extraordinario en el tiempo de Abraham, Isaac y Jacob que murieron a la edad de 175 y 180 años y 147 años respectivamente. 

Allí tuvo lugar otra teofanía, que es en parte el paralelo de la lucha que se celebro poco después. Y es allí donde cambia Dios el nombre de Jacob por el de Israel. 

Desde Beth-el Jacob se dirigió camino del sur, y en el camino tuvo al último hijo; pero perdió a Raquel que murió después del parto. 

El hecho tuvo lugar en Ephrata (¿Bethlehem?). Raquel puso el nombre a su hijo y se llamara Ben'oni, “Hijo de mi dolor”; pero el padre al recibir al hijo y conforme a la tradición 

Neobabilónico de Hammurabi, lo cambio por el nombre de “Ben-yamin, “Hijo de la derecha” es el brazo del buen augurio, así quito el triste recuerdo del sufrimiento de su esposa. 

Hay que destacar el hecho más importante de la nación o pueblo de Dios. Es Dios mismo él que interviene. Verso 35:9 Apareció otra vez Dios a Jacob. Dios y Señor del universo, se puede manifestar y hablar con cualquier ser creado. 

En esta ocasión Dios (Jesucristo) baja para hablar con Jacob en forma visible. Comprobamos que la primera vez fue a través de un sueño, en Siquem (ver. 1). 
La palabra “otra vez” con la cláusula adicional: “cuando había vuelto de Padan-aram, esto implica una revelación anterior. 

Este punto de vista está sostenido por los versos 11 y 12 ya que se repite las bendiciones primero dadas a Jacob en su sueño de Bet-el (cap 28:13,14). 

En la aparición de Bet-el, Dios le había prometido a Jacob la protección divina en la tierra de su exilio con un regreso seguro a su hogar, pariendo de la base que estaba llamado a suceder a Isaac como el primogénito del pueblo escogido del Mesías. (verso 10)Tomo 1º p 430 

En este contesto de la lealtad a Dios, Jacob es recompensado por su lealtad a Dios. Esta característica, debería estar presente en el pueblo de Dios en los tiempos finales de la historia de este mundo.Como Jacob renovó su voto de fidelidad a Dios. 

Por su parte Dios le confirmó el nombre de Israel, más bien era una ratificación hecha en Peniel (cap.32:28). En cuanto al incesto de Ruben, queda marcado para siempre en los anales de Israel, en tiempos de Levítico se castigaba con la muerte (Lev. 18:8). 

Pero cuando llegó el tiempo de pronunciar las bendiciones a los doces hijos, Ruben perdió la primogenitura, su posición de jefe temporal y espiritual de la familia. 
MARANATA
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