lunes, 6 de marzo de 2017

ABRAHAM Y LAS DOS NACIONES. SECCIÓN XCVIII (98)


CONTINUACIÓN DE LA SECCIÓN XCVII (97)
Por otra parte Labán se dio cuenta de las intenciones de Jacob, con respecto a su hija Raquel. Labán tenia dos hijas: la mayor Lea y la menor Raquel. 

El autor bíblico describe a Raquel como una mujer activa (mira, corre y habla), mientra que representa a Lea como más pasiva. La narración presenta a Raquel como hermosa, y de pasada menciona a Lea la mayor como con una palabra ambigua una mujer que “tenía los ojos apagados”, o como “tenía ojos delicados.” 

Esto significa que la palabra hebrea rak, significa débil o apagados. Pero la palabra rak también significa “gentiles”, “suaves”, y “lisonjeros” , lo cual quiere decir que los ojos de Lea tenia una apariencia opuesta a la de Raquel. 

El trueque es permitido en todo el Oriente y es licito. En los tiempos antiguos era costumbre que el novio, antes de confirmar el compromiso del matrimonio, pagara al padre de su novia, según las circunstancias, cierta suma de dinero o su valor en otros efectos. 

Esto se consideraba como garantía del matrimonio. No les parecía seguro a los padres confiar la felicidad de su hija a hombres que no habían hecho provisión para mantener una familia. 

Si no era bastante frugales y enérgicos para administrar sus negocios y adquirir ganado o tierras, se temía que su vida fuese inútil. 

Pero se hacían arreglos para probar a los que no tenían con que pagar la dote de la esposa. Se le permitía trabajar para el padre cuya hija amaba, durante un tiempo, que variaba según la dote requerida. 

Cuando el pretendiente era fiel en su servicios, y se mostraba digno también en otros aspectos, recibía a la hija por esposa, y generalmente, la dote que el padre había recibido se la daba a ella en el día de la boda. (Gén.31:15) PP. p. 187. 

Pero Labán no era de ese parecer, ya que se quedo con la dote de su hija. En pleno siglo XXI existe estos trueque en los países del Islam, el problema viene cuando la hija es casada a la fuerza, con un hombre aveces muy mayor que ella. 

De hay viene los malos tratos a las mujeres, aveces le queman la cara con acido, y ante la ley están impunes, otra veces la pegan, y otras veces las humillan. 

El Corán no dice nada de maltratar a la mujer. Dicen que son hijos de Abraham, pero sus hechos demuestran todo lo contrario. 

Si leyeran más detenidamente por ellos mismos el Corán, muchas cosas que pasan en esta religión no sucedería. Labán no era muy religioso, por lo menos la Biblia no lo dice. Adoraban a los dioses de Babilonia de donde el procedían.
Maranata
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