martes, 5 de julio de 2011

EL SACRIFICIO DE FIDELIDAD DE ABRAHAM. SECCIÓN VI

Continuación de la sección V.
Después de dejar claro el tema de los ídolos y sacrificios a Moloc. Nos encontramos que Abraham sale de Berseba y se dirige al Monte Moría, durante el largo viaje de tres días hacia el monte del sacrificio, el narrador no menciona nada, si durante el camino, hubo o no una conversación con Isaac.
(foto.dios Moloc)
El lector con gran imaginación se preguntara: ¿Que paso por la mente de Abraham durante el viaje? Nosotros como seres humanos imperfectos, dejaríamos nuestra mente divagar cual ave que no encuentra rumbo. Hay una gran diferencia entre el hombre no creyente, y el hombre que cree en un Dios misericordioso.

Abraham conocía bien a Dios, su caminar durante su peregrinación y su contante comunión con su Dios, repaso esos tres días, como Dios lo protegió, como lo bendijo y como lo salvo de la muerte del Faraón y del rey Filisteo.

Todo era una fuerza moral para su espíritu, pero por otro lado no podía concebir el hecho de Dios le mandara sacrificar a su hijo como lo hacían los pueblos Cananeos. Hora tras hora, día tras día, Abraham se preguntaba en lo más profundo de su corazón, porque, porque, en estos momentos más duros de su vida. (foto. Abraham hacia el monte moria).

Abrahán avanzo por fe. Aun si el lector, si capta la necesidad de Abrahán de demostrar su fe sin saberlo el, (después de tantos fracasos en su vida); aun cuando comprendamos su necesidad de estar
dispuesto a morir al yo, el orgullo y todo lo que conlleva, y a todo lo que más profundamente era un tesoro para el.

Es difícil para el ser humano comprender que Dios le pidiera semejante acto y obedecer sin
murmurar. Si le preguntáramos al lector que aria el ¿Como respondería? A lo largo de mi vida, e visto mucho mundo, pero nunca olvidare aquella madres que perdió a su hijos perdonar al hombre que mato a los que amaban, el amor de Dios se manifestó en perdonar, no en condenar.

Si el lector comprende esto, abra comprendido
el amor de Dios y la lealtad de Abraham, si por lo contrario no es capaz de acertar este hecho, debería de demostrarnos la escasez de nuestra fe y la compresión de que el gran conflicto entre en bien y el mal se esta desarrollando en este mundo. (foto dialogo de Isaac con su padre).

Nuestra mente no puede comprender, el gran conflicto entre el bien y el mal, va mucho más allá de lo que nosotros, como simple mortales, podemos comprender plenamente.

Abraham, durante ese tiempo de su recorrido hasta el monte Moría, lo paso en silencia oración con su Dios como un buen creyente. Por fin, ve la señal que Dios le dijo, y ordena a sus criados que esperen, mientras su hijo y el van subiendo al Monte Moria.

Sin comentarios explícitos, se nos deja libres para imaginarnos los pensamientos de Abraham a medida que cumple tan ingrata misión dada por Dios. Durante el viaje se rompe el silencio. Entonces hablo Isaac a Abrahán su padre, y dijo: Padre mío. (foto. el Monte Moria).

Y el respondió: Heme aquí, mi hijo. Y el dijo: He aquí el fuego y la leña; ¿donde está el cordero para el holocausto? (Gén. 22:7).

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