sábado, 4 de abril de 2015

ABRAHAM Y LAS DOS NACIONES. ESAÚ Y JACOB. SECCIÓN XLVIII (48)


CONTINUACION DE LA SECCIÓN XLVII (47)
De ahí que Jacob tuviera 77 años cuando huyó al valle de Harán. Puesto que la unida de Jacob probablemente se produjo después de los acontecimientos de este capitulo, y puesto que su padre Isaac tenia 60 años cuando Jacob nació (Gén.25:26) la edad de Isaac en el capitulo 27, era de 137 años. Y Isaac vivió otros 43 años hasta la avanzada edad de 180 años (Gén.35:28; C.B.A. T. 1º p.388)

Estudios científicos han demostrado que la mujer puede pensar en siete veces en una misma cosa, puede dar siete respuesta simultaneas, el hombre solo una y los más a que pueden llegar es a dos. ¿Porque digo esto? La respuesta que se puede hacer el lector es: ¿Que razones tenía Rebeca para instigar la relaciones de su marido y poder engañar premeditadamente y con alevosía,a su marido? Gén. 27:5-13).

El historiador Risotti dice: Ella vio el peligro del clan, vio como su hijo Esaú despreciaba las cosas de Dios, y entendió que la unión con las mujeres Hititas y paganas, su pueblo desaparecería de la historia. 

Y vio el tierno amor de Jacob por los cuidados de su pueblo, de su rebaño y sobre todo por las cosas de Dios, esto le indujo a tomar decisiones rápidas y dolorosas.
¿En un sentido podríamos defender a Rebeca, si no por sus actos, por lo menos por sus motivos? ¿Hasta donde puede llegar una madre desesperada por la injusticia de su marido?

¿Pero Dios no podía escoger otro camino para conducirlo a Jacob para que fuese el primogénito del clan? ¡Si! Pero Dios es un Dios que deja libertad de conciencia, no coacciona a los seres creados, los deja que tomen sus propias decisiones, aunque las consecuencias tengan que pagar un alto precio. Son preguntas que trataremos de contestar lo mejor posible con la ayuda de nuestro Dios, para que tengamos un entendimiento, sin prejuicio, siempre bajo un prisma humano lleno de imperfecciones y de errores.
En nuestra investigación anterior apuntábamos que Esaú desprecio la primogenitura, dando más énfasis a su apetitos gastronómicos y mundanos que las cosas consagradas de Dios.(foto. Mujer Hitita).

La primogenitura perdió su valor y santidad. Esaú se sentía especial y fuertemente atraído por cierto alimento, y por tanto tiempo se había complacido a sí mismo, que no sintió la necesidad de apartase del plato codiciado y tentador.

No Reflexionó, y no hizo ningún esfuerzo especial para reprimir su apetito, hasta que el poder de ese alimento venció toda otra consideración y lo controló, y se imaginó que sufriría una gran molestia y aún la muerte si no podía disponer precisamente de ese plato.No pensó en las consecuencias que esto podía acarrearle en un futuro inmediato.
Maranata
Sigan orando por la vista de mi esposa.
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.
http:// segunda venida apocalíptica

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