CONTINUACIÓN DE LA SECCIÓN LXVII (67)
Y tus ciudades asolaré, y tú serás asolado; y sabrás que yo soy Jehová. Por cuanto tuviste enemistad perpetua, y entregaste a los hijos de Israel al poder de la espada en el tiempo de su aflicción, en el tiempo extremadamente malo, por tanto, vivo yo, dice Jehová el Señor, que a sangre te destinaré, y sangre te perseguirá; y porque la sangre no aborreciste, sangre te perseguirá.
Y convertiré al monte de Seir en desierto y en soledad, y cortaré de él al que vaya y al que venga. Y llenaré sus montes de sus muertos; en tus collados, en tus valles y en todos tus arroyos, caerán muertos a espada.
Yo te pondré en asolamiento perpetuo, y tus ciudades nunca más se restaurarán; y sabréis que yo soy Jehová. Por cuanto dijiste:
Las dos naciones y las dos tierras serán mías, y tomaré posesión de ellas; estando allí Jehová; por tanto, vivo yo, dice Jehová el Señor, yo haré conforme a tu ira, y conforme a tu celo con que procediste, a causa de tus enemistades con ellos; y seré conocido en ellos, cuando te juzgue.
Y sabrás que yo Jehová he oído todas tus injurias que proferiste contra los montes de Israel, diciendo: Destruidos son, nos han sido dados para que los devoremos.
Y os engrandecisteis contra mí con vuestra boca, y multiplicasteis contra mí vuestras palabras. Yo lo oí. Así ha dicho Jehová el Señor: Para que toda la tierra se regocije, yo te haré una desolación.
Como te alegraste sobre la heredad de la casa de Israel, porque fue asolada, así te haré a ti; asolado será el monte de Seir, y todo Edom, todo él; y sabrán que yo soy Jehová.” (Eze. 35:1-15;
Para ver que esto ocurre en el día de Jehovah ver, Abd. 1:5-21). David subyugo a los Edomitas (2º Sam. 8:14; 1º Rey. 11:16, y el rey Amasias mas tarde los derrotó 2ºReyes 14:7; 2º Crónicas. 25:11,12.
El rey Asmoneo Juan Hircano I finalmente terminó con la independencia de ellos en el año 126 a.C. Cuando los forzó a aceptar el rito de la circuncisión y la fe de Moisés y someterse a un gobierno Judío.
El conocimiento que Dios tenía de los caracteres respectivos de Esaú y Jacob y su presencia de su futuro hicieron posible su elección de Jacob como heredero de la primogenitura y progenitor de Cristo aún antes de su nacimiento (Rom 8:29; 9:10-14).
Aunque los árabes y otras denominaciones de oriente y de la india, no reconoce que Dios cambio el nombre de Jacob por el de Israel. Se sobre entiende que el odio a este nombre representa una deslealtad a Dios.
¿Quien tiene autoridad en este universo de poner y cambiar a los reyes? ¿No es Dios el dador de la vida, él lada y él la quita? Porque no reconocer el nombre de Israel. Otro hecho es que tanto los Judíos y árabes no aceptan a Cristo el Mesías como redentor y salvador,
pero como individuos se que antes que venga Cristo en la nubes, muchos aceptaran a Cristo como su salvador, esto sera una minoría de los dos pueblos. (C.B.A. p. 381; PP. P. 175).
Maranata
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica